
Se trata de un tablero de franela o fieltro que aprovecha el hecho de que el fieltro de lana y de algodón se adherirán a superficies semejantes. Se puede trabajar en él tal como se trabajaría en un pizarrón, con la diferencia de que las cosas que se presentan en el franelógrafo se preparan de antemano, forrándolas por detrás con franela, fieltro o papel de lija, y se fijan instantáneamente en la cara aterciopelada del tablero, sustituyéndose con igual rapidez por otros objetos.
A la superficie del franelógrafo puede fijarse cualquier material plano de poco peso, una vez se les halla aplicado el forro posterior. El tamaño más satisfactorio del tablero para utilizarlo en el salón de clases es una tabla que tenga el tamaño aproximado de una sección del pizarrón de la clase. Dotando al franelógrafo de ganchos, se lo podrá colgar del pizarrón. Los franelógrafos más pequeños (por ejemplo 0,90 x 1,20 m) se utilizan a menudo con un caballete o simples apoyos.
El color debe ser agradable y ofrecer el debido y adecuado contraste con los objetos que vayan a fijarse.
ANALISIS:
Opino que el franelografo, aunque es un medio didáctico que todo docente debería emplear aunque sea una vez a lo largo del curso escolar, es un medio o recurso didáctico, que requiere de más elaboración. En lo personal, como futura Licenciada en educación no me llama mucho la atención emplearlo. Esto adaptándome a las necesidades del grupo, o algunos de los alumnos en especifico. Aunque este material se me hace interesante en cuanto a los alumnos que sean visuales, ya que se puede aplicar una gama más amplia de colores.
Considero que este material podría ser mas de ayuda, a aquellos docentes que están interesados, o que imparten clases en el área de maternal, preescolar o primaria, ya que en el área que yo me quiero especializar (bachillerato), este tipo de materiales podrían resultar cotidianos o de poco interés para el alumno.
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